jueves, 2 de febrero de 2012

El silencio obliga a preguntar

No sé si la amo o no, solo sé que necesito de ella, solo entiendo que cada segundo se me hace eterno porque no escucho su voz, solo sé que en mi no está el vivir sin estar a su lado, sin sentirla… creo que en este momento mi ser es un collage de emociones, un sube y baja que se alterna entre el dolor y la ausencia de los pensamientos, de las palabras, solo hay un vacío que parece agrandarse cada vez más… en este preciso momento pienso en ella, ya han pasado unas cuantas horas desde que salí corriendo de esta habitación y de este ordenador, aquí todo me acuerda de ella y siento como si todo se derrumbara sobre mí, en este momento quisiera dejar de escribir esta incoherencia, este conjunto de palabras forzadas que salen de mi como si fueran aves extraviadas, sin rumbo y sin destino aparente, que se encargan de cambiar el tono blanco de mi monitor a uno blanco / negro, sin sentido alguno, ¿Por qué me cuesta tanto expresar lo que siento últimamente? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Y otros muchos por que recurren a mi mente… en esta ocasión sinceramente no sé que esperar de mí, me siento como un ser encerrado en una jaula, no me muevo libremente por mi mente y cada camino parece un laberinto que no me lleva a ninguna parte… en lo personal no quisiera decir nada, sin embargo siento la obligación de sacar todo lo que hay en mi… ¿Con qué fin? Tal vez con la idea de empezar a enfrentar el destino, la realidad y dejar de escapar y ver cualquier excusa por alejarme de aquí como un placebo que me ayuda a dejar de pensar en ella… ya los minutos han pasado, las horas también, sin embargo a pesar de que salí corriendo de esta realidad volví a vivirla, volví a sentirla, volví a respirarla, a tocarla, a verla, a degustarla… quisiera arrancarme este dolor que me impide estar tranquilo, que me impide enfocarme en lo que tengo que hacer, en mi obligación, en aquello que me separa de mis sueños y no sentirme como un barco a la deriva en un océano de dolor que encuentra puertos de sosiego cada vez que huyo de mi realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario