jueves, 2 de febrero de 2012

Buscando las palabras de la noche

He vuelto a quedar en blanco, creo que tanto escribir me ha alejado el pensar en Eugenia, de una u otra forma me ha mitigado el dolor en ocasiones hasta no lo siento, espero que esto ocurra cuando me encuentre con este teclado y esta pantalla de nuevo en el momento en el que enfrente a mi trabajo de grado, en el momento en el que deba escribir cosas que se salen de los parámetros del lenguaje vulgar y se enmarcan en un académico que es bastante detestable, creo que el hecho de pensar en ese tipo de lenguaje me ha hecho perder el gusto por escribir, es más, se ha unido a mí un tipo de lenguaje bastante… como llamarlo… decente, un lenguaje para nada metafórico y que poco o nada tiene que ver con mi forma de ser… me gustaría volver a usarlo pero cambiando mi sello, dejar de escribir cosas tan oscuras y depresivas y enfocarlo a cosas más hermosas como el lado bueno de lo que siento por Eugenia, no hacer una sarta de palabras romantimariconas que poco o nada se parecen a quien las escribe, no creo que solo se pueda escribir con palabras del día cosas tan profundas, tan románticas y tan enternecedoras, la noche es el escondite de los amantes, el sitio en el que habitamos seres como yo nuestra belleza no es del día es de la noche, no es del sol, es de la luna y las estrellas, las palabras de las noches son bellas como nosotros, como los seres que las habitamos, entonces… ¿Por qué es tan difícil para mí encontrar las palabras adecuadas para escribirle a ella? ¿Por qué debo serle infiel a mi naturaleza de lobo nocturno y escribir palabras del día? Siento la necesidad de ir por un cigarrillo (me he vuelto un fumador compulsivo en los últimos días, desde que empecé a darle berrinches de celos a Eugenia, anteriormente en mis vacaciones solo fumaba unos 3 cuando mucho 5 cigarrillos por día, actualmente sobrepaso los 10 con ventaja) pero me da algo de temor el volver después de ello y sentarme a divagar de nuevo (aunque creo que lo estoy haciendo en este preciso momento) hace rato no me sentía tan a gusto escribiendo, es como si fuera una pasión olvidada y que con cada palabra que escribes parece acercarse un poco más, obviamente es necesaria la constancia y por eso tengo temor de salir a fumar, igual es algo que tengo que dejar para vivir más y mejor, pero la verdad no lo deseo, no deseo dejar de fumar a pesar de que soy consciente de las consecuencias que ello tiene en mi salud lo cual se manifiesta por mi pésimo estado físico… sonrío al ver el reloj del ordenador, hace mucho no se me pasaba tan rápido el tiempo escribiendo, retomé este escrito hace poco más de una hora, no he sentido el tiempo mientras escribo, hace mucho tiempo no me centraba tanto en el hecho de intentar dejar salir lo que siento la verdad me encanta y creo que me ha hecho más tolerable el punzón que siento en el pecho cada vez que pienso en Eugenia… no aguanto más, siento la necesidad de fumar.

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